La Cueva del Ángel existe, pero pocas personas saben exactamente dónde se encuentra. La primera vez que entré tuve miedo, y no logré pasar de la primera estancia...Cuando vencí el miedo, logré escuchar al Ángel y él me alentó a seguir hasta el final... entonces comprendí que aquello había sido una prueba que tenía que pasar.
sábado, 21 de noviembre de 2009
Tiempo de silencio...
En ocasiones el silencio es necesario para propiciar nuevos encuentros en donde las miradas se crucen diciéndolo todo sin decir nada.
En ocasiones las palabras se presentan desgastadas e inservibles y es mejor tirarlas o quemarlas …y así, en silencio mirar la hoguera, contemplando como las chispas del fuego brincan y retozan sobre el ardiente fondo.
A veces no hay nada como el silencio para curarse y descolocar a la nada.
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