
En ocasiones el silencio es necesario para propiciar nuevos encuentros en donde las miradas se crucen diciéndolo todo sin decir nada.
En ocasiones las palabras se presentan desgastadas e inservibles y es mejor tirarlas o quemarlas …y así, en silencio mirar la hoguera, contemplando como las chispas del fuego brincan y retozan sobre el ardiente fondo.
A veces no hay nada como el silencio para curarse y descolocar a la nada.
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