Hoy encuentro un ratito de paz y mientras espero que llegues me siento a escribir porque, como sabes, es mi manera de reflexionar a cerca de todo lo que va aconteciendo en mi vida y me va haciendo la que soy.
Ahora, me detengo, y desde esta quietud comienzo a pensar y a estimar lo que realmente es importante. Y aparecen pequeñas y sencillas cosas que compartimos y van dando sentido a nuestra vida…Estoy pensando en tu abrazo cuando llegas a casa, en tu compañía…en ese saber que estás ahí… aunque tu estés a lo tuyo y yo a lo mío, pero siempre cerca. Estoy repasando nuestras vivencias cotidianas, esos momentos en los que espontáneamente nos sentamos a conversar de nuestras cosas, en cuando me lees lo que escribes, en cuando me explicas con diligencia algo que no entiendo y en lo que siento mientras te escucho (creo que eres un ser dotado de grandes privilegios). En cuando me enseñas taichí, y quedo maravillada de ver la armonía con la que haces fluir la energía por todo tu cuerpo(…sabes que pienso que no hay mejor maestro que tú). Ahora recuerdo también nuestros gustos compartidos, en como disfrutamos escuchando a Lluís Llach en el coche, en nuestros libros y también en todo lo que he aprendido desde que estoy contigo. En cuando me enseñas pacientemente a tocar la guitarra y me animas aún sabiendo, como sabemos los dos, que soy un desastre. En tu confianza en mi, en tu apoyo incondicional y también en la ilusión compartida por conseguir hacer realidad pequeños sueños que ambos teníamos, como bucear y ahora ya poder navegar. En nuestros encuentros después de algún desencuentro, y en tus charlas terapéuticas, que son para mi como bálsamos de amor y comprensión que van curando mis heridas. Eres grande Vicent y al pensar en ti, que eres puro amor, me doy cuenta de cuánto te amo y de cómo has entrado a formar, inevitablemente, parte de mi vida para siempre… Creo que ya hemos vivido muchas vidas juntos, reconocimiento tras reconocimiento. Y tu amor callado y sencillo, honesto y sincero, puro y noble me lo confirma en tu mirada y en tus acciones.
Quiero que sepas que soy muy feliz y que siento en paz... cuánto te amo. Espero que siempre reservemos un espacio de cada día para seguir celebrando eternamente nuestro amor.