jueves, 19 de marzo de 2009

RECUENTO:




Una pauta para poder hablar sin darle rienda suelta al ímpetu de la sangre que llevo en las venas.
Un sentimiento recluido en el pecho.
Un arrebatado impulso que me constriñe el estómago.
Una certeza esencial para mí.
Un testimonio procesado a través de años de entregas y propósitos.
Un grito ahogado en la garganta.
Un deseo de total transparencia.
Una técnica para guardarme las impresiones bien adentro.
Una necesidad de salir a cambiar el mundo.
Un impulso de andar despacio para controlar mi impericia.
Una intención de creer en mí.
Una convicción de creerte a ti.

1 comentario:

Miguel Benavent de B. dijo...

Precioso, pero quizás un poco resignado, amiga! Gracias por volver y por ser tú... y por sentir como sientes, sin miedo!

Besos

Miguel