Nos despertamos y después de desayunar preparamos la mochila para pasar el día en Calpe. Aprovechamos la mañana para darnos un baño en la Cala “La Fustera” y después fuimos a comer a “Anapurda”, un restaurante hindú que queríamos probar. Después de comer decidimos ir hasta el puerto de “Les Bassetes” para tomar café allí. Al llegar decidimos alquilar una piragua y dar un paseo por el mar… y después descubrimos que había una escuela de buceo y nos acercamos por curiosidad. Nada mas entrar vino a atendernos una chica que en menos de veinte minutos iba a convertirse en la madrina de nuestro bautismo de buceo. La experiencia fue preciosa…los dos estábamos ilusionados y después de equiparnos (traje de neopreno, aletas, cinturón con los plomos convenientes, chaleco con la botella y el regulador etc….) y de explicarnos cuatro nociones básicas nos metimos con Petra, nuestra hada madrina, en la bahía que teníamos al otro lado. Apenas fueron tres o cuatro metros de profundidad pero tuvimos suerte y la visibilidad era perfecta, además el mar estaba tranquilo… vimos un montón de pececitos de muchísimos colores, un pulpo pequeño, erizos de mar… Fueron casi cuarenta y cinco minutos de paz, sin apenas ruidos, tan solo el sonido de las burbujas de mi regulador, sin mas preocupaciones que la de disfrutar de todo lo que estaba sintiendo y viendo, feliz de compartir con Vicente esta maravillosa experiencia… …ciertamente resultó mágico. Nada más salir decidimos comenzar el curso “open wáter” al día siguiente. Ahora ya lo hemos acabado y nuestros carnets de buceadores ya están en curso. Ya llevamos siete inmersiones a dieciocho metros en mar abierto…hemos visto moreras, estrellas, meros, sardinas, congrios, pulpos, etc…
En ningún momento antes habíamos planeado nada de esto…podríamos decir que el azar hizo que aquella tarde nos encontráramos con Petra, nuestra instructora, y todo su equipo, que a día de hoy ya son grandes amigos. Ahora ya nos estamos planteando hacer el curso que sigue y ahorrar para comprarnos nuestro propio equipo…
Desde aquí animo a todo el que tenga la oportunidad de hacer un bautismo para poder sentir lo que se siente allí bajo… en la profundidad del inmenso mar…
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